27 diciembre, 2017

Una ley de Claridad en España

Aunque pueda parecer una broma, en realidad no lo es tanto. Hablo de una hipotética negociación política para dar solución al problema catalán.

No; que nadie tema. Esta entrada no va de buscar culpables de el esperpento que vivimos con consultas absurdas, declaraciones de independencia ridículas, manipulaciones de masas bovinas de uno y otro lado... No; ni tan siquiera va esto de valorar las también ridículas órdenes de prisión cautelar a políticos o las cobardes huidas o las salvajes cargas policiales del 1-O. Y no va de eso, porque todo ello es artificioso y no se centra en la raíz del problema.

Está claro que hace unos pocos años el sentimiento independentista catalán era mucho menor que ahora. Pero estaba ahí. La decisión de Rajoy de contrarrestarlo judiciadizándolo no hizo más que acrecentarlo. Rajoy es una máquina de hacer independentistas. Rajoy consiguió que el problema fuera de mayor dimensión, pero no deja de ser el mismo problema de siempre. Y los problemas en política se resuelven mediante la palabra y la negociación. Y cuanto más tarde se inicie, más difícil se hace.

Y ahora llega la gran pregunta: ¿negociar qué? Bueno, pues, por ejemplo un cambio legal para que un territorio pueda hacer una consulta sobre su futuro a sus habitantes. ¿Por qué no? Claro que, una consulta solo cabe si la papeleta va con una pregunta clara de respuesta binaria. Y para que fuera válida de verdad tendría que darse una participación mínima, clara; y que para ser vinculante, la mayoría favorable a la secesión debe ser rotunda, no un exiguo 51% con una participación del 60%, que equivaldría a un apoyo real y en votos del 30,6% del censo. No sé; se me ocurre: participación mínima 80%, voto favorable a la independencia 65%. Esto garantiza un 52% del censo favorable.

Y esa sería una parte de la negociación. Pero después están las garantías de las mayorías y de las minorías. ¿Qué pasaría si, como realmente ocurre, el área metropolitana de Barcelona dice NO a la secesión y SÍ a seguir formando parte de España? Es de suponer que los independentistas, que piden un respeto por el derecho a decidir, no pondrían trabas a que una parte de lo que ellos consideran su territorio hiciera uso de ese mismo derecho, más después de contados los votos. Habría pues que garantizar esto también.

Estos días se hacen bromas con la hipotética república de Tabarnia. Pero esta aparente tontería inocente, es una carga de profundidad contra los principios básicos del independentismo. La idea, además, parece sacada de La Ley de Claridad canadiense. Canadá fue siempre puesto como ejemplo por los catalanistas, sin darse cuenta de que Canadá está hasta el gorro de consultas en Quebec y lo que hizo fue una ley, aceptada por ambas partes, en la que se establecen los criterios para que una parte del territorio pueda independizarse. No solo Quebec.

Algo que no entiendo, y por lo que no pasaré jamás es por que pueda llegar a otorgarse el derecho a consultar sobre su hipotética independencia a Cataluña y que ese mismo derecho no se extienda a todas las autonomías. Ya tuvimos que tragar por dos niveles autonómicos. Así que, de eso nada. Los Asturianos, por ejemplo, no tienen por qué tener menos derechos que vascos, gallegos, catalanes o andaluces. Es de cajón de pino. ¿O no? Pues ¡hala!, a preparar una ley de Claridad española.

18 diciembre, 2017

Si es mujer, dos besos

Dos besos parece ser la única forma de saludar a una mujer. Ayer me llamó la atención en los prolegómenos del debate en La Sexta sobre Cataluña. Cuando llegó la candidata Arrimadas y salió del coche, los dos hombres que aguardaban a la puerta fueron hacia ella y la saludaron con dos besos, uno primero y otro después. Cuatro en total recibió la señora Arrinadas.

No vi la llegada de los otros candidatos, todos hombres, pero me juego algo algo a que los dos apuestos caballeros que hacían los honores, a ninguno le hicieron ni el ademán de besarlo. ¿Por qué esto? ¿Es que a la mujer no se le puede tender la mano y saludarla con un simple apretón, como a cualquier persona? ¿Por qué, cuando le presentan a un hombre una mujer, tanto ella como él, ejecutan la danza del beso? Pues no lo sé, pero se fue instaurando la costumbre y ahora es lo usual.

Pues a mi, que me gusta ir a contrapelo si la ocasión lo merece, desde siempre, cuando me presentan por primera vez a una mujer, a una señora, simplemente le tiendo mi mano y le sonrío mientras le digo algo educado. Lo lamento pero saludar con besos a una mujer, más si se trata de un cargo público u ostenta representatividad en ese momento, me parece una mala idea y un gesto deferente, machista e irrespetuoso. Seguro que si en lugar de la candidata Arrimadas fuera Angela Merkel la cosa habría sido diferente.

Y es que los hombres caemos constantemente en cositas de este tipo. No aprendemos. Y a las mujeres, un toque de atención... Tiendan la mano en lugar de ofrecer el carrillo.

15 diciembre, 2017

Los juicios previos

Los juicios previos tienen peligro, mucho  peligro.

Rodrigo Lanza Huidobro, a la sazón nieto de un fascista recalcitrante, aunque eso es puramente circunstancial, fue acusado por la policía de dejar tetraplégico de una «pedrada» a un guardia urbano de Barcelona en un desalojo de un local de okupas. Al parecer, la familia movió sus contactos de alto nivel en Chile para intentar salvar a Rodrigo de un más que probable largo tiempo en prisión, aunque no consiguió librarlo de una condena de seis años.

Por otra parte el movimiento okupa es algo que despierta simpatías en mucha gente. Yo no rechazo algunas de sus actuaciones, pero esto es otro asunto. En aquel caso los jóvenes ocupaban un local municipal y se les desalojó durante una fiesta y hubo unos cuantos detenidos. Algo que no gustó nada a la esfera de Podemos que, en aquel momento, abrazaba todo lo que sonara a alternativo, como el movimiento okupa.

Para echar más leña al fuego, una película, «Ciutat morta» pone en entredicho la actuación policial y judicial en aquel caso. Acusa la policía (guardia urbana) de torturar indiscriminadamente a los jóvenes acusados, y a dos más que no tenían nada que ver, uno de ellos, una chica, acabó suicidándose tras salir de la cárcel. Según se explica en la película, el guardia quedó tetraplégico porque le cayó una maceta. El documental fue ampliamente difundido y participó en numerosos festivales y obtuvo varios premios.

La policía (guardia urbana) salía muy malparada. Todo coincidía en el tiempo con algunos casos escabrosos entre agentes. Así que, los acusados, entre los que estaba Rodrigo, salieron en el famoso documental como víctimas propiciatorias. Las redes sociales echaron humo. Hubo tweets favorables de todo hijo de vecino interesado en lo alternativo. Ada Colau seguro que estará lamentando ahora haber dejado correr sus dedos por el teclado.

Ahora, sin embargo, todo el mundo guarda silencio. Rodrigo salió de prisión tras cumplir su condena y se fue a vivir a Zaragoza. Hace unos días se encontró con un falangista que llevaba tirantes con los colores de la bandera de España. Lo llamó facha y, cuando el hombre salía del local, le dio dos golpes en la cabeza con un objeto contundente que le ocasionaron la muerte cerebral primero y la muerte después.

Todos sabemos que la policía tiene cosas que ocultar y que, en muchas ocasiones se extralimita, lo cual es absolutamente inadmisible. Pero, en el otro lado, entre los activistas, pulula también gente que, como puede verse, tiene bastante peligro. Ahora, insisto, todo el mundo guarda silencio y los políticos que apoyaron a los jóvenes detenidos, ahora en campaña electoral, no contestan a preguntas sobre el particular.

14 diciembre, 2017

Hacia el abismo

Cuando la tasa de natalidad es menor que la de mortalidad en un país, algo grave pasa. En España se da este caso, según los últimos datos del INE. El último año las muertes superaron a los nacimientos en más de 32.000 personas.

Lo que esto quiere decir es que, de seguir esta tendencia, el estado de bienestar, ya precario, será completamente insostenible. Y para remediar el problema solo hay dos soluciones: fomentar la natalidad, fomentar la entrada de población extranjera (inmigración), o ambas a la vez.

Claro que en España esto es prácticamente imposible por razón de que el alto paro estructural hace inviable la generación empleo suficiente y, por consiguiente, de dinero para, mediante tasas o impuestos mantener de nuestro actual sistema: pensiones, sanidad, protección social, etc. en el futuro.

Dicen en el PP que la crisis está quedando atrás. Puede que sea cierto en el mundo financiero, pero en el mundo real, la gente que trabaja, aunque es mayor en número, no hace muchas más horas que en los peores momentos de la crisis. O sea, el empleo es más precario, de peor calidad y peor pagado. Esto es bueno para el capital, pero malo para el trabajador. Pero, como los impuestos sobre el capital y sobre los beneficios empresariales son menos fuertes que sobre las rentas del trabajo, pues la recaudación no es la que debería ser en un estado equilibrado.

La cuestión es que la natalidad decrece porque nadie en su sano juicio se permite tener hijos en una situación laboral precaria y en un país donde la protección a la mujer respecto a la maternidad es lamentable. Todos conocemos casos en los que mujeres tienen serias dificultades para conservar su puesto de trabajo si se quedan embarazadas.

Este gobierno y otros anteriores tuvieron en la mano articular leyes decentes para la maternidad y para la dignificación de las relaciones laborales. Pero no lo han hecho. El PP ha conseguido con la precarización del empleo que España emprender una senda hacia el abismo.

En un futuro no muy lejano los empresarios tendrán dificultades, porque basar el beneficio en el empobrecimiento de la mano de obra es insano. La cualificada huirá y la no cualificada no dará una pedalada de más por la empresa. O sea, lo lógico. Y como las parejas no tendrán hijos, pues las pensiones tendrán que bajar y bajar. Así que, no va a haber problema. Los jubilados se morirán de hambre, en la calle no jugarán los chiquillos y en el PP estarán encantados. ¿No es estupendo?

12 diciembre, 2017

La estupidez en grado superlativo

Me pregunto cómo nadie puede, a día de hoy, instar al Parlamento Europeo a que no sean obligatorias las vacunaciones, o tacharlas de prácticas de riesgo. Tiene que tratarse, está claro, de alguien con pocas luces. Pero, cuando uno mira la biografía de Lidia Senra se entiende un poco.

Esta mujer, por formación, no está cualificada para hacer según qué preguntas. Dudo mucho que ella entienda cómo funciona una vacuna y que significa riesgo en estos casos. Es sencillamente una imprudente.

En el otro lado, su partido se desmarca de ella. Dice que no lo colegió con nadie, no que la pregunta sea una estupidez.

¿Nos vamos dando cuenta de adónde conducen, o pueden conducir, las listas, igual da que sean abiertas que cerradas? Pues eso.

La importancia de los esfínteres

El muy supremacista profesor de la UB Jordi Hernández Borrell, en un tweet (cuidado con Twitter que lo carga el diablo), embiste contra Miguel Iceta. Lo llama impostor, ignorante y demagogo y dice que baila al son de Ciudadanos y del PP y que es un ser repugnante. Podría haberse quedado ahí. Pero por el medio, Hernández afirma que, además tiene los «esfínteres dilatados». No especifica qué esfínteres en concreto.

El amigo Hernández (él no utiliza su primer apellido en Twitter..., el pedigrí, ya se sabe) es además el director del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología. Y por lo que se ve es portador de un nanocerebro y un nanosentido común. Este disminuido mental no se da cuenta de la importancia de los esfínteres en el cuerpo humano. Los esfínteres controlan los reflujos, el paso de algunas secreciones glandulares, la salida de la orina y del bolo fecal. Bolo es precisamente como en Toledo llamarían a este tipo.

Siempre sostuve, y nunca me canso de decir que los nacionalismos generan odio, que son excluyentes y que solo conducen a la catástrofe (el nacionalismo español, también), y que, además, se escriben con Z: naZionalismo. El comentario de los esfínteres es digno de un nazi. Hernandez no es más que un nazi. Conviene empezar a llamar a las cosas por su nombre.

05 octubre, 2017

La fuerza surge donde no la había

La consulta catalana estaba completamente deslegitimada el mismo día 1 de octubre. Solo los convencidos iban a ir a votar. Poco importa cuántos fueran.
A pesar de haberlo hecho como el culo, al perseverar únicamente en la vía judicial y hacer uso y abuso de la misma; a pesar de tratar el problema con esa displicencia que solo un arrogante, ignorante, por añadidura, puede mostrar, y que traía como consecuencia el crecimiento de simpatizantes de la causa catalanista, por antipatía; a pesar de no querer reconocer el sentimiento de una parte importante del pueblo catalán, y tratarlo adecuadamente, como corresponde a las obligaciones de un presidente de un estado. Bien. Pues, a pesar de todo lo anterior, Rajoy la caga completamente al enviar a Cataluña fuerza policial para impedir por la fuerza tal consulta, aquella que ya estaba completamente deslegitimada, ya no en España, sino en el mundo entero, salvo quizá Venezuela y Corea del Norte.
Rajoy hizo crecer, él solito, el movimiento catalanista e hizo crecer, y de qué modo, a Puigdemont, un no líder, bastante anodino.

Si se mira bien, Rajoy y Puigdemont son muy parecidos. Ninguno tiene madera de líder, pero son cabezotas y no se salen de su línea: la procrastinación, Rajoy, y la huída hacia delante, Puigdemont. El catalán, casi llegó a la presidencia de puntillas, pero ahora, gracias al buen hacer de Rajoy se convirtió en la cabeza de un movimiento que creció en progresión geométrica, en especial después de que la policía haya actuado con violencia, no puede ser de otro modo, el pasado domingo por mandato judicial (léase gubernamental).

Con la «represión policial» consiguió Rajoy todo lo contrario a lo que pretendía. Los independentistas, ignorados por el resto del mundo, pasaron a ser el foco de atención. Como Rajoy un inepto, o lo es Soraya, no lo sé, no sabe que una foto de la policía dando porrazos a gente que quiere meter una papeleta en una urna es demoledora. El movimiento independentista catalán es ya simpático para la gente en el extranjero. Con la «represión policial» consiguió Rajoy también un levantamiento popular, levantamiento al que se sumaron de inmediato los partidos de «izquierda» encabezados por por Podemos y sus allegados, que no quieren que nadie les ocupe ese espacio. Así que Rajoy la lió parda.

Y ayer salió Puigdemont en un discurso transmitido a toda España, ojo al dato, y aleccionó al rey Felipe: «Así, no, majestad» por ser vocero de la política del PP. Un no líder convertido en «jefecillo» de estado, cómodo en su papel y crecido hasta límites insospechados. Dio las gracias a los españoles que le mostraron su apoyo, y hasta fue magnánimo. Si no, véase esta frase extraída de su discurso

«Somos un solo pueblo, que ama las lenguas que habla, que no tiene ningún problema con las identidades, las nacionalidades y las culturas, que quiere continuar contribuyendo al desarrollo del Estado español y que jamás va a prescindir de la enorme riqueza que representa la pluralidad.».

Tal parece que no es independentista. ¿No es realmente chocante? Bueno, pues todo esto gracias a Rajoy. Y ahora, a ver quién arregla el entuerto. Porque lo que queda por usar es ya armamento de calibre muy grueso, tan grueso, que hasta a Rajoy, el cobarde, el inepto, el ignorante, el registrador, le tiemblan las piernas y se le viene el pis flojo solo de pensar en pulsar el botón rojo.

Esto es lo que pasa por gobernar con la entrepierna en lugar de con la cabeza y por dejarse aconsejar por gente torcida, y por qué no, por conservar esos tics franquistas: mano dura, que la derecha, y muchos de sus votantes siguen, lamentablemente, pensando que es como se resuelven las cosas. Qué pena.

15 agosto, 2017

Exceso de revoluciones

Hace mucho tiempo que insisto en que el modelo de diversión está pidiendo a gritos un cambio en lo político para que, mediante la articulación de leyes, las cosas se encaucen.

En lo que va de verano hemos tenido noticias de agresiones, de peleas, de palizas o de desmadre a go go, casi siempre protagonizados por jóvenes, nacionales o extranjeros, poco importa, que están de marcha. La marcha, siempre la marcha. La maldita marcha, que nada tiene que ver con pasárselo bien, admite todo tipo de comportamientos.

Ayer moría un chico italiano en una discoteca en Lloret de Mar de una patada en la cabeza; hace unos días en Gijón a un chaval le pegaron una paliza unos macarrillas aficionados al boxeo y que les gusta ese rollo de acojonar y pegar, el agredido sigue en la UVI.

Día sí, día también los telediarios nos muestran imágenes de este tipo. Es el cuento de nunca acabar, y queda solo en eso, en noticia. ¿Por qué no se hace nada? Pues porque detrás de toda esta marcha hay un negocio, muchas veces controlado por autenticas mafias. Y muchos políticos con cabeza hueca piensan de detrás de la marcha y de la fiesta también hay votos. Por eso nadie hace nada.

Entiendo que son los políticos, sí siempre los políticos, quienes tienen que tomar partido y trabajar en la modificación de leyes, ordenanzas y sanciones. Pero hoy mismo oía unas declaraciones de un munícipe gijonés, que hablando de una pelea nocturna, decía que era una excepción, que eso se daba en after hours y sitios de estos, que la noche gijonesa era segura. El muy estúpido no sabe que un atentado es también una excepción y no por ello dejamos de vigilar y poner esados de alerta.

Pues como este imbécil, todos los que no someten a una regulación rígida esta historia. La noche, la marcha, tal y como está concebida, no tiene nada de segura. Qué pidan la opinión de los padres de los agredidos, a ver qué dicen. Y si no, que se miren al espejo y piensen en su propia opinión si fueran sus hijos los agredidos.

Qué coño es un after hours, cuál es su finalidad y qué falta hace en la sociedad. Para qué se necesitan macrodiscotecas en las que el alcohol de garrafón y las pastillas circulan con total impunidad. Qué necesidad hay de prolongar cada fin de semana la noche hasta la mañana del día siguiente. Por qué la sociedad tiene que asumir el gasto de UVIS móviles, ambulancias y personal médico que atienda comas etílicos y excesos con las drogas; o la intervención policial para separar a pandillas que se agreden.

Puede que haya una manera de mejorar las cosas, aparte de regular los horarios y de castigar con la máxima severidad a los pegones. Y esa manera podría ser hacer pagar las costas de las intervenciones sanitarias y policiales al personal atendido, o a sus papis, que se iban a poner muy contentos.

No sé. Pero no me puedo imaginar el dolor, la rabia y la impotencia que sienten los padres de los chicos víctimas de este terrorismo causado por la «marcha». Pero mucho me temo que para ellos cualquier modo de diversión ya carece de sentido. Así que, hagan algo de una vez, que es su obligación.

12 agosto, 2017

Manda huevos


Es curioso que prácticamente nadie haya hecho mención de las redes al hecho de que circulan por Europa millones de huevos contaminados con un pesticida, fipronil.

Es verdad que no existe prácticamente riesgo por comerse un par de huevos contaminados, que haría falta comerse cien para notar algún síntoma como vómitos o mareos. Pero esta no es la madre del cordero. Este pesticida está prohibido en cualquier aplicación dentro se la industria de producción de alimentos. Por lo tanto los alimentos deben estar libres del mismo.

Las autoridades quieren alimentos seguros y solo permiten el uso de sustancias inocuas. El fipronil se utiliza entre otras cosas para fumigar cultivos, controlar parásitos en el ganado. Pero siempre tiene que haber la seguridad de que no pasa a los alimentos.

Sin embargo esta vez, algún listo en alguna empresa que comercializa los pesticidas para uso en granjas de gallinas ponedoras introdujo fipronil para lograr mayor efectividad insecticida. Las gallinas tienen piojos, y otros parásitos que reducen su capacidad productiva. Pero claro, la molécula esta pasa a los huevos.

Por eso, aunque la cosa no sea grave para la salud de los consumidores, lo que sí es gravísimo es que los sistemas de alerta alimentaria de la Unión Europea no hayan saltado a tiempo y tengamos en media Europa un problema de millones de unidades contaminadas. A España llegará con toda seguridad, que nadie lo dude.

Bélgica y Holanda, donde nació el problema, lo saben desde hace un año y no habían notificado nada hasta hace unas semanas. No nos podemos imaginar mos millones y millones de huevos y, peor aún, huevo líquido para uso en hostelería habrán pasado a la cadena alimentaria. No quisiera imaginarme que la sustancia fuera peligrosa de verdad.

En fin, que no hay riesgo mayor, pero los holandeses y los belgas, tan perfectos ellos para otras cosas organizaron un tinglado de mucho cuidado.

02 agosto, 2017

La vida es propiedad de cada uno y debe poder disponer de ella

Este es, era, Luis de Marcos cuando estaba bien.
Hace unos meses este hombre, enfermo de esclerosis múltiple hizo un llamamiento para poder morir dignamente, o sea, para que se le ayudara a suicidarse. La vida para él era insoportable: inmovilidad casi completa, dolores que solo él conocía..., un infierno.
Luis murió en un hospital de Madrid, y todo lo que se pudo hacer por él fue hacerle lo más soportable posible el sufrimiento durante meses. No es ni medio ético ni medio moral ni tiene el más mínimo sentido dejar que una persona sufra de esa manera.
Luis pidió ayuda a los políticos, esos personajes raros cuyo objetivo principal es perpetuarse en su puesto a cualquier precio. No le hicieron ni puto caso. Lo hizo a través de una petición en change.org. Aluden a que hay que abrir un debate social. Y una mierda. Un debate sobre qué. No hay ningún peligro ni daño para nadie. No hay opiniones que valgan.
Siempre sostuve que la vida es lo único que de verdad tenemos en propiedad. Y resulta curioso que uno no pueda decidir cuando se la quita. Normalmente a todos nos gusta vivir. Pero puede suceder que, por la razón que sea, alguien decida que ya no quiere seguir haciéndolo. Ese alguien tiene todo el derecho a eliminarse o a pedir que lo hagan por él. Su vida no pertenece a nadie más que a él mismo. No hay debate, no hay opiniones que valgan ni discusión posible.
Dediqué mucho tiempo a darle vueltas a por qué, o con qué derecho, la «sociedad» se opone a que uno se quite la vida. ¿Quién es nadie para determinar que alguien tiene que seguir viviendo si no quiere? Ya no hablo de casos como el de Luis, que son todavía más sangrantes. No hace mucho alguien que había sacrificado a su perro gravemente enfermo, se preguntaba por qué se hacía lo mismo con las personas. Todos conocemos casos de gente cercana que sufrió lo indecible para morir, a veces por prejuicios morales o religiosos de familiares o médicos. Algunos humanos anteponen sus enfermizas creencias a la más elemental compasión, y no es de recibo que los gobiernos no garanticen un derecho tan elemental.
Desde aquí hago un llamamiento al sentido común y pido que se legalice en España la eutanasia, el suicidio asistido, y todo lo que haga falta para que quien, por propia voluntad, quiera morir, se le facilite la posibilidad. Personalmente tengo claro que cuando mi vida no merezca ser vivida pediré que me la quiten o que me den los medios para poder hacerlo por mi mismo con la debida dignidad. Ojalá quienes hacen las leyes se sensibilicen de una vez con un asunto tan prioritario.

31 julio, 2017

¿Quién dice que está pasando algo en Venezuela?

Gente que no tiene ni idea. Allí se está dando hoy un evento «democrático». Hay un proceso constituyente. ¿Desde cuando no se puede quitar de en medio a un parlamento elegido por los votantes con una mayoría que no conviene al gobierno y encima lo desafía? 

¿Qué va a hacer un gobernante bien aconsejado, como Maduro? Pues una fiesta de la Democracia: unas votaciones para hacer una nueva asamblea constituyente que le obedezca y que haga una constitución nueva, a su medida. Faltaría más.
Y si hay ya más de cien muertos, que los haya. La verdadera democracia bolivariana siempre tiene un coste alto. Pero vale la penaNo pasa nada en Venezuela, según algunos.

28 junio, 2017

Cuarenta años, y nada

Hoy hay una celebración solemne en el Congreso. Hace cuarenta años que se nos dio la oportunidad de votar por primera vez después de otros tantos años de oscuridad. A pesar de la prevalencia del franquismo en algunos estratos, el horizonte parecía despejado. Nosotros, El Pueblo, habíamos decidido poner toda la carne en el asador para, de una maldita vez sacar a este país de la inmundicia. Franco, en su inmensa ignorancia, con la inestimable ayuda de los tecnócratas, había convertido a España en un lugar donde cualquier empresa podía instalarse (mano de obra barata y virgen) y donde cualquiera podía venir a pasarse unas vacaciones, también baratas. Todo barato, ¡oiga! No, la gente quería otro modelo de país: potente, industrial, serio, fiable...

Los que en aquel momento éramos jóvenes teníamos ilusión. Sabíamos que la transición a la democracia había sido una negociación con los fascistas, que aunque se les había vencido en la calle con la presión que se había ejercido durante los últimos años de vida de Franco y, especialmente justo después de su muerte, se había aceptado un precio por la retirada. Había habido un pacto. ¿Cual fue el precio? Bien, pues, ni más ni menos que limitar la calidad de la nueva democracia mediante leyes restrictivas. Ya se ve lo que es La Constitución, algo casi intocable, a pesar de su estrechez. Y también se ve lo que es la Ley Electoral. Una ley realmente dañina que limitó absolutamente el desarrollo democrático, y por añadidura económico de nuestro país.

Imaginábamos en el 77 que al consolidarse la democracia, poco a poco, se irían retocando estas dos leyes, que se adaptarían a lo que debía ser una democracia de verdad. Algún día las fuerzas progresistas tomarían el poder y comenzarían los cambios. En el 77 fuimos a votar, aunque no a elegir a nuestros representantes. Los que los partidos comparecientes ya los habían colocado en unas listas. Los electores solo asentíamos a su selección. Todos sabíamos que esto no era muy «democrático», pero que de momento valía para unas cuantas elecciones hasta que las cosas enfriaran. El ambiente estaba todavía demasiado caliente.

Durante las dos o tres primeras elecciones, lo de las listas funcionaba. Allí estaban los nombres de las personas más valiosas, y así, España avanzó rápido y bien. Pero poco a poco, esta gente capaz y eficaz y con criterio tuvo problemas. Su criterio, a veces tropezaba con los intereses del partido, que, a menudo no coinciden con los de los ciudadanos. Así que, estas personas de peso, se vieron desplazadas con el tiempo por otros cuyo único mérito era la lealtad: «el que se mueva no sale en la foto». Y aquí es donde empieza la orgía.

Los partidos deciden no tocar la ley electoral. No quieren que el pueblo elija a sus representantes directamente (Francia, Reino Unido); ni siquiera en doble voto partido/persona (Alemania). Los partidos quieren mantener el control de los nombres, aunque fuera a costa de mantener una baja calidad democrática. Entendieron, todos, que El Pueblo ya tenía suficiente con aquello y no necesitaba elegir directamente a nadie. Ya lo hacían ellos; el Pueblo podía equivocarse. Lógicamente las listas fueron cada vez más infumables. A veces daba asco ver los nombres. Daba igual. Se había lanzado un mensaje nocivo: «hay que ir a votar, aunque sea tapándose la nariz». Y el Pueblo, ignorante, iba. Todo parecía marchar bien. Definitivamente, los electores tenían suficiente con aquello. No necesitaban más.

Pues bien, aquí estamos cuarenta años después. No tenemos a Franco ni un partido ni un sindicato único. Tenemos muchos partidos y sindicatos. También tenemos libertad (limitada) de expresión y de movimiento y de asociación. Sí, es verdad, algo hemos avanzado. Pero esto ya se había conseguido en el 77, en el minuto uno. Lo único que pasó fue que se consolidó.

Así que, merced a la baja estofa general del personal al cargo de la cosa pública y de las leyes, no se pudo realizar nuestra ilusión juvenil de hacer de España un país potente y avanzado. A pesar de habernos dejado la piel trabajando, formándonos, pagando impuestos, etc... La clase política no respondió. Sí. Tenemos un grado alto de libertad. Pero seguimos siendo un país que basa su economía en ofrecer mano de obra barata, y turismo de baja ralea. Justo como lo dibujaron Franco y los tecnócratas.

¿Habrá sido este el pacto de la transición? ¿Mantener el esquema franquista durante cuarenta años más? Da la impresión de que sí, y de que incluso pueden ser muchos más de cuarenta.

22 mayo, 2017

Una derrota justa, merecida y necesaria

Seguramente podría haber otro líder mejor que Pedro Sánchez para el PSOE. Pero, si lo hay, no compareció. Los líderes se hacen a base de experiencia en la lucha. A Sánchez lo revolcaron, lo insultaron y lo ningunearon. Pero las cicatrices por las heridas recibidas a manos de sus propios compañeros parecen sentarle bien, y eso le hizo crecer como jefe.  Ahora es el «patrón» por méritos propios y, lo más importante, por mandato de las bases. Y lo consiguió el solito, contra el aparato, los varones, los expresidentes y contra Prisa. El País debería estar avergonzado del editorial de hoy.

El discurso de Sánchez tras su aplastante victoria de ayer fue muy de líder en progresión. Sereno y conciliador. Él sí nombró a sus rivales y les dio las gracias por sus aportaciones, algo que Susana Díaz fue incapaz de hacer desde su soberbia. Esta mujer no parecía saber que el PSOE no es solo Andalucía. Y su equipo tampoco parece haber notado que todas las señales indicaban un unánime rechazo popular hacia ella en todo el resto del país. Patxi López, al contrario, aceptó la derrota con deportividad y ofreció su apoyo al Secretario General electo.



La patada en la boca de la militancia al aparato fue contundente. La mayoría absoluta obtenida por la candidatura de Sánchez impone silencio a las vacas sagradas, pedantes y llenas de arrogancia, que le daban por muerto. Su intelecto, abotargado por los años de cómodo sillón o retiro, no estuvo atento a algo tan evidente como que el golpe palaciego contra Sánchez, injusto e ilícito a todas luces, y la decisión de este de abandonar el escaño e irse al paro, en un gesto lleno de coherencia, fueron anotados por los militantes en el debe del establishment y en el haber del otra vez Secretario General.

Los apoltronados del PSOE echaron la culpa a Sánchez de todos los males del partido. Le acusaron de perder dos veces y de obtener los peores resultados de la «historia». Creían que con esto iba a ser más que suficiente. Pero los militantes saben más cosas. Saben que la gran debacle vino por los desaciertos de Zapatero y el mal hacer de Rubalcaba. De 2008 a 2011 pierde el PSOE casi 4,5 millones de votos. Y Podemos no había hecho acto de presencia reclamando el voto de un electorado de izquierdas agazapado en la abstención.

Pedro Sánchez pierde 1,5 millones de sufragios en una nueva situación en la que Podemos irrumpe por la parte izquierda de los socialistas y se queda con «nada más» que 5 millones de votos, y Ciudadanos por la parte derecha, y obtiene «solo» 3,5 millones. Que alguien me explique por qué fue mala la gestión de Pedro Sánchez y con qué argumentos los susanistas lo pintan como un perdedor. Se excusa a Rubalcaba por perder 70 diputados y se condena a Sánchez por perder 20 en un escenario mucho más complejo. ¿No es kafkiano?

Los militantes también saben que a finales de los 90, cuando Borrell concurre a las primarias eran casi el doble de los que son ahora. ¿Es también culpable Pedro Sánchez de esta huida masiva? Rotundamente no. Y por eso la respuesta contundente contra la cúpula. Para el militante con criterio, para el que no le basta lo que viene de arriba, para el que quiere que se le expliquen algunas cosas, solo algunas, la cúpula dirigente es algo lejano. Pero el candidato Sánchez es carne de su carne, porque se apoya en la base y a la vez la sustenta.

Ahora queda en manos del Secretario General ser generoso. Personalmente opino que debe serlo, en especial con los que fueron sus oponentes. Todos tienen el derecho a elegir una opción, y eso no merece represalia alguna. Sin embargo, creo que debe ser contundente con quienes le traicionaron e intentaron eliminarlo, o contra los que cambiaron de opción y se subieron a un caballo que apreciaban ganador con el único fin de conservar sus cargos. Con estos no tiene por qué ser generoso. No lo merecen.

Haría bien Sánchez en dejar tranquila a Susana Díaz. Ahora se siente humillada. Pero se le pasará. Debe dejar que Andalucía siga siendo su feudo y que en la ejecutiva haya miembros destacados de su equipo, pero en número no suficiente para poder ser traicionado de nuevo. A cambio debe exigirle lealtad absoluta. Lo mismo que a Patxi López, a quien debería tratar como a un elemento positivo, aunque alguna gente de su equipo está entre los traidores. También haría bien Sánchez en tomar a Borrell como su más cercano consejero. Borrell es impagable. Nunca en el PSOE hubo una cabeza como la de Josep Borrell. Y también sabe lo que es ser traicionado por sus «fieles compañeros». Ojalá Sánchez tenga la fuerza y el ánimo necesario para abrir puertas y ventanas y dejar entrar el aire en un partido tan necesario para este país.

07 abril, 2017

La verdadera cara del Aparato

Las grabaciones a Miguel Ángel Heredia, ojos y oídos de Susana Díaz en el Congreso y secretario del grupo parlamentario, constituyen toda una revelación. La manera en la que habla a miembros de las Juventudes,  en una y a compañeros de partido en Málaga, en otra. Muestran a un individuo sin principios morales ni éticos, que no duda en difamar a parlamentarios socialistas, ni duda en mentir a gente de las Juventudes sobre el porqué se actuó contra Pedro Sánchez en aquel vergonzoso Comité Federal. Todo un trilero de la soflama y la manipulación.

Este siniestro personaje, el pasado noviembre, en un encuentro con las Juventudes Socialistas, hablando del golpe de mano a Sánchez, les explica que tuvieron que «actuar sobre la marcha para paralizar lo que había que paralizar». Lo que había que paralizar era un hipotético pacto con Podemos y los independentistas que, al parecer, estaba muy avanzado. Según este sujeto, la información se la había dado Toxo, el líder sindical de CCOO, que le había llamado para advertirle del peligro. Sin embargo, Toxo dice que nunca llamó a Heredia y que ni tiene su número de teléfono.

Tampoco tienen desperdicio sus ofensivas frases sobre compañeros del grupo parlamentario. Este gachó, en una reunión del PSOE de Málaga, habla de sus compañeros sanchistas del Grupo del Congreso en terminos despectivos e insultantes dignos de un grosero montaraz. Les dice, refiriéndose a Margarita Robles: «...hijaputa, afíliate...» y también hay lindezas para Odón Elorza y Zaida Cantera. ¿Dónde están las mujeres del PSOE protestando alto y claro sobre machista? Tengo la impresión de que en este partido falta fuerza femenina para poner los puntos sobre las íes.

Con toda seguridad, lo más sensato, cuando tienes a un individuo tan zafio en un cargo tan alto y de tanta responsabilidad de cara a la sociedad, sea pedirle que dimita, solo por hablar de este modo. Y esto se lo tendría que decir Susana. Pero no, lo que hace esta nadadora pelágica en el océano del aparato es dejarlo con el culo al aire, desautorizarlo y excusarlo: «ya pidió perdón». Pero Heredia no dimitirá, ni será apartado de sus funciones porque hay un problema: que tal vez su jefa quiera catetos a su servicio. Para qué poner a personas inteligentes, es mejor al lealtad del lameculos.

Susana quiere patanes, no porque le gusten más o menos, sino porque sigue la regla de oro de los partidos en este país: en las listas por debajo del líder debe ir gente peor que él o que ella. Claro, Susana Díaz todo lo que puede mostrar como experiencia es haber estado siempre en el PSOE andaluz. Esta es su única carta de presentación. Por tanto, con este currículum, qué méritos se pueden esperar de sus subordinados. Este es el problema central de la política en España, está repleta de impresentables.

No quiero ni pensar en un partido como el PSOE gobernado por susanistas. Si Díaz gana, a los militantes, insultados en su inteligencia y separados de sus dirigentes, solo les queda la opción de darse de baja para no ser responsables de lo que ese PSOE pueda hacer si, alguna vez, con suerte y tras invocaciones a todas las vírgenes andaluzas, toca poder. Porque lo que pudiera llegar a hacer con este país gente del nivel de Heredia, o la misma Susana Díaz, es todo un arcano.

Dentro del partido, estos militantes, tienen que estar hasta el gorro de gente agreste y chavacana que ocupa los espacios de poder y de control interno hasta lo más profundo de la red clientelar que se montaron. Sánchez intenta saltarse esta trinchera entre las bases y el poder. Una vez lo consiguió, pero fue cobarde y no actuó, en especial en Andalucía. No forzó cambios, como hizo en Madrid, otro nido de vividores, igual que Asturias o Extremadura, y tantas otras federaciones. Pero en el PSOE hacen falta cambios radicales de personas. La mayor parte de lo que hay, no vale (para muestra, un botón: Heredia). Y los militantes valiosos están en el anonimato, o sencillamente abandonan el partido en una sangría insoportable.

Si el PSOE quiere representar a la sociedad española, es probable que Sánchez, sin ser ninguna maravilla, sea la única posibilidad. De ganar él las primarias, y actuar con contundencia, tal vez mucho voto, ahora en la abstención, o perdido en Podemos, pueda ser recuperado. Incluso podría crecer la militancia. Si no, haya o no haya sorpasso «podemístico», se vislumbra una nueva mayoría holgada del PP durante lustros. Ojalá se alineen los astros para que se den las buenas circunstancias y la militancia apoye lo correcto.

18 marzo, 2017

Estiba o la sinrazón

Que las empresas que operan en los puertos españoles se vean obligadas, por ley, a contratar la mano de obra para descargar los barcos a un grupo cerrado de personas que pertenecen a una SAGEP (Sociedad Anónima de Estibadores Portuarios) es una anormalidad de grueso calibre. Una bolsa cerrada y controlada de mano de obra no permite la libre competencia y genera una relación viciada en la que, por lo pronto, los trabajadores pueden imponer condiciones ventajosas para ellos. Esto es algo que ningún otro colectivo laboral en este país puede hacer. Solo los controladores aéreos se podían permitir esas alegrías, pero ya no.

Meterse en esa bolsa es casi un arcano. Vamos que uno no puede ir y pedir su ingreso en la misma, así por las buenas. Si un chaval quiere ser estibador, lo tendrá mucho más fácil si un familiar cercano ya lo es. Las SAGEP eligen y forman a sus miembros. La estiba es un coto privado. Y este tipo de cosas, en Bruselas, saben a cuerno quemado. Algo normal, por otra parte.

Claro que, se puede entender que si a un colectivo acostumbrado a excelentes salarios y a unas no excesivamente rigurosas condiciones de trabajo, si les vienen a tocar su porqué, entren en situación de estrés. Es completamente normal y comprensible. Pero, más pronto que tarde, las cosas van a funcionar como dice Bruselas, es decir que se contratará en un mercado laboral libre, y lógicamente esto traerá consigo una rebaja en los precios, y consecuentemente en los salarios, y esto llevará aparejados conflictos laborales. Y aquí eso de gestionar una crisis gusta poco.

Pero la sinrazón no solo está instalada en esta legislación anacrónica e injusta que nadie aquí se ocupó nunca de cambiar. La irracionalidad está instalada también en todo el espectro político. Primero, el PP pasó olímpicamente de trasladar a la ley española condiciones de la UE sencillamente porque se veía en el horizonte, aunque lejano, un periodo electoral y no se querían conflictos fuertes con un sector que puede poner a toda la sociedad en dificultades.

Es decir, nada nuevo. Como siempre, lo que importa no es hacer lo correcto, sino lo más conveniente a los intereses electorales. El PP trasladando responsabilidades únicamente suyas, y el resto de partidos, jugando a la contra: el PSOE, poniendo la pelota en el tejado del PP, decía estar a favor del decreto si el gobierno llegaba a un acuerdo con los trabajadores, un acuerdo que sabía imposible; Ciudadanos, de acuerdo con el PP en lo esencial, pero dispuesto a castigarlo por el ninguneo a que es sometido; y Podemos, a lo suyo, en este caso a apoyar sin fisuras a trabajadores privilegiados pero sin aclarar por qué, o haciéndolo de manera poco convincente. El caso es que tumbaron al gobierno, algo que en sí, no es malo, al contrario. Pero aquí nadie ataca el problema, solo actúa en función de sus intereses.

Sin embargo, lo más alucinante de todo fue el intento del PP para arreglar el problema. El ministerio de Fomento ofreció prejubilaciones a los mayores de 50 años. Estos estibadores se irían a su casa con el 70% del sueldo. Pagaba el Estado, no había problema. Ningún partido abrió la boca. Es como si estuvieran anestesiados. Es decir, un trabajador de 50 años pierde su empleo y se va al paro. Sus probabilidades de ser contratado son mínimas, y se reducen cada año que pasa. Cuando llega a 55 años puede solicitar la ayuda de 426 euros si reúne las condiciones (renta familiar media menor que el 75% del salario mínimo). Es decir este trabajador está en la mismísima mierda. Pero si es un estibador, no. El Gobierno le resuelve la vida y le convierte en pensionista de lujo. Y esto a nadie le chirrió, a ningún partido.

La moraleja a todo esto es que si trabajas en un sector que puede presionar y crear conflictos tienes todos los problemas resueltos, como en su día se hizo en Hunosa en Asturias. El PP solo asume conflictos con los débiles, con las víctimas de la reforma laboral y con los desamparados sin fuerzas para nada que no sea buscar su sustento diario. Es decir, con la gente que no puede defenderse y que pagó toda la crisis de sus bolsillos. Con estos sí se atreven. Se llama hacer lo fácil.

10 marzo, 2017

Violencia machista: el fracaso de la política

Cada año mueren en España decenas de mujeres a manos de hombres. De sus maridos, parejas o ex parejas. Esto es no solo una vergüenza sino un fracaso general de la política. Los partidos están utilizando un problema social de extrema gravedad como arma arrojadiza contra el gobierno de turno y, en periodo electoral, como medio para obtener votos. El éxito de la política es prácticamente nulo frente a una lacra social como esta.

Con los datos en la mano, nada de lo acometido hasta ahora parece haber dado resultado. Produciría risa, de no ser un verdadero drama, escuchar las declaraciones de todos en estos años de los responsables de los distintos gobiernos. Bien, ahí está el resultado, la fuente es fidedigna: Instituto de la Mujer. Se pueden consultar. Son datos oficiales. La acción política ha sido, y es, un verdadero fracaso. El asunto está completamente fuera de control. Años «buenos» son sucedidos por años «malos». Y nadie parece haberse parado a mirar el problema desde arriba, en su conjunto y tomar decisiones respecto a la estrategia.
Todo lo hecho hasta la fecha no son más que artificios para tranquilizar a la sociedad y para salir en los medios: fundaciones, observatorios, mesas, comisiones y demás pesebres inútiles...¿El resultado? Ninguno. Mírese el gráfico con detenimiento. Desde 1 999 hasta 2 016 murieron más de 1 000 mujeres. Pero el cortoplacismo es lo que impera. En 2 016 «solo» murieron 44 mujeres. Hubo titulares triunfales de los voceros de turno. Pero 2017 pinta mal. Hasta la fecha van 17 asesinadas. La calle echa humo y las organizaciones feministas piden soluciones. Y la oposición reprocha al gobierno los famosos recortes realizados. A pesar de que, a la vista de los datos, los años de la crisis no fueron los peores, más bien al contrario.

Claro que podrían aplicarse más recursos, desde luego. Es ridículo, e insultante, que el gobierno subvencione a fundaciones de partidos u otras, civiles, de corte ultraderechista o con objetivos ridículos; o sostenga instituciones inútiles que cuestan miles de millones de euros, y no emplee toda la fuerza en aminorar todo lo posible un problema como el machismo violento: más policía dedicada a ello, psicólogos, más jueces y fiscales, más rapidez en las sentencias, más leyes que lo castiguen con contundencia y una buena infraestructura de protección de las víctimas. Pueden tener razón las organizaciones feministas, y hagan falta más recursos, pero, sobre todo, hace falta que estos sean bien empleados.

Ha de decirse también que la violencia machista es un problema de índole mundial, y que España es una de las naciones con índices menores tanto de muertes como de actos violentos. En la tabla (origen de datos) puede verse que solo Austria tiene un índice de asesinatos menor que España. Sorprende la tasa de Reino Unido, 2,25 veces superior a la española, o la de Estados unidos, o las de los países Bálticos. Pero sobre todo llama la atención la de Finlandia, casi 3 veces superior a la nuestra. Finlandia es un país con un sistema educativo de alta calidad y en el que la igualdad de género es norma básica, como en todos los países nórdicos. Lo que lleva a pensar que la violencia machista puede tener una componente educacional, pero bastante escondida y, desde luego, no en el sistema educativo.

La violencia machista es un asunto controvertido y delicado y conviene no frivolizar con ella en ningún sentido. Está claro que una sola muerte ya es mucho, pero el problema español es, en comparación con el de otros países, de más fácil solución. Solo desde la política se puede resolver este grave problema. Desde esa política que es un fracaso absoluto tanto a nivel de nuestro país como, a nivel general en el mundo. Los políticos deben dejarse agarrar el rábano por las hojas y atacar el problema de raíz. Este es un problema más de voluntad y de querer que de dinero.

25 febrero, 2017

Qué más da

Urdangarín está feliz
Es tanto el desánimo que experimenta el ciudadano con todas estas cosas de la corrupción y de sus juicios mediáticos que casi, casi, le da lo mismo lo que salga de ellos. ¿Qué Urdangarín se libra ir al trullo? Qué más da. Cómo si se libra Rato o Blesa. Siempre va a seguir habiendo este tipo de gentuza.   Y sean, balonmanistas de buena familia; ricos de por sí, como el Rato este; o amigos de un presidente del país, como el Blesa ese, nunca va a faltar un cargo para ser ocupado por algún impresentable dispuesto a aprovecharse de su posición.

Me pregunto cual fue la razón para que el siempre enfurruñado Aznar colocase a Blesa al frente de Cajamadrid; o cómo pudo pasar Rato el filtro para ser el puto sheriff del FMI. Qué país es este. Qué tipo de mandatarios tenemos, que no solo engañan a sus conciudadanos sino que lo hacen también con las instituciones propias, e incluso internacionales, colocando al frente de ellas verdaderos golfos. Claro que lo de Urdangarín fue diferente, se ligó a la infanta por guapo, luego se pasó de listo y la cagó.

Estos dos celebran la sentencia
Qué podemos hacer. Me refiero a nosotros, al Pueblo. Pues creo honestamente que nada. No podemos hacer nada. Nos dicen que vivimos en un estado donde la ley impera, y las leyes permiten que esto pueda pasar. Los partidos tienen tanto poder que los candidatos no tienen que pasar por la garlopa del pueblo. Ellos eligen, de manera más o menos aparente (siempre sucia) unas personas para las listas. Y una vez colocado aquí, cualquier golfo puede perpetuarse en miles de cargos desde donde pueden saquear y labrarse un futuro dorado.

La Política no hace, en realidad nada para resolver este problema, como para resolver casi ninguno de los que nos afectan, la mayor parte de las cosas se resuelven con el tiempo y con la aceptación del desequilibrio como algo normal. Qué más da que vayan, o no, a la cárcel estos mentecatos, si a los cuatro días van a estar fuera y van a disfrutar de su vida. Ellos están en su mundo y el resto, o sea, los de abajo, los que pagamos sus fiestas, les importa una mierda. Condenamos a robagallinas a penas enormes y a estos bambarrias a cuatro días. Pero es la Ley, nos dicen. Pues vaya mierda de ley

Y estos, a lo suyo
Cómo les va a preocupar nada si viven en falso. Pongamos el caso de la infanta Cristina. He leído en alguna parte que por su trabajo en la Caixa cobra algo así como 238.000 euros, y por el de la fundación Aga Khan 300.000. La enorme capacidad de esta mujer le permite desarrollar ambos desde su domicilio en Ginebra. ¿No es insultante? Cómo nadie puede ganar tanto por hacer algo que ni se sabe lo que es. Para qué seguir. Los sueldos de Rato y de Blesa eran todavía mayores. Por hacer qué cosas, aparte de vivir y robar. Y a todo esto, están tan acostumbrados a vivir así, que creen que es que la vida es así verdaderamente.

Si la política no puede resolver estos problemas, para qué queremos políticos, se pregunta el común de los mortales. ¿A quién, que no sea un asno, le puede extrañar que los electores se decanten por gente como Trump? Es un mecanismo de defensa: si cada día estamos peor, que reviente todo. se dicen los más cabreados. Sin embargo hay solución, como para casi todo: bastan leyes justas y rígidas que se cumplan estrictamente y sistemas de elección que garanticen que no llegan a los sitios de poder los futuros delincuentes. Pero eso no va a suceder, antes dejan que todo reviente, porque piensan, los muy imbéciles, que ellos van a estar a salvo.

14 febrero, 2017

Ganó Iglesias. Todos felices

Podemos decidió instalarse en la izquierda de batalla, de protesta, de calle y activismo; el mismo modelo de izquierda a la que el PSOE, relegó a un papel testimonial tras su decisión de alinearse con la socialdemocracia europea, opuesta al comunismo en los primeros tiempos de la democracia allá por el 79. Podemos parecía tener complejo de no ser considerado verdadera izquierda, ahora ya no cabe ninguna duda, es la misma izquierda que en la transición era representada por una sopa de siglas, pero reunidas alrededor de un nombre y de un líder. Iglesias lo consiguió, apostó fuerte y ganó con claridad. Ahora solo queda por ver el recorrido de su criatura, porque Podemos es Iglesias. Ya lo dijo Monedero en un artículo: sin Iglesias no hay Podemos.

Tal vez Errejón no lo sepa, pero le acaba de tocar la lotería. Llevaba el mismo número que Rajoy o Susana Díaz. En el PSOE y en el PP están felices. Rajoy y compañía tienen un enemigo a quien insultar y vituperar y del que mofarse: ellos encasillan a este Podemos en un submundo comunista, radical y populista. Ya me imagino las lindezas que les dedicará Rafael Hernando. Por su parte, el PSOE podrá pescar en un caladero nuevo en el que están las piezas, antes suyas, y que se habían ido al Podemos transversal, al de Errejón. Susana Díaz lo tiene ahora más fácil: de ganar el control del partido, en unas hipotética elecciones adelantadas, va a ser difícil que no mejore los resultados de Sánchez, solo con la vuelta al redil de los descarriados. Eso, claro está si Errejón no lo impide con algún movimiento imprevisto.

Íñigo Errejón es un buen líder, un buen político, inteligente y capaz. Podemos le debe su salida triunfal a la pista en las Europeas y luego en las generales del 20 D. Y también advirtió del patinazo por la absorción de IU en la que se perdieron un millón de votos. Sin embargo en lo que no acertó fue en medir sus propias fuerzas en un congreso. Tal vez su error fue no postularse claramente como recambio de un Iglesias casi amortizado. Iglesias apostó fuerte por si mismo, a todo o nada, y le ganó la batalla. Ahora, de la decisión de Errejón: quedarse en Podemos, o crear una nueva formación transversal cuya base no sea el activismo, depende en buena medida el futuro, especialmente del POSE. Si se queda en Podemos en segundo plano, el PSOE subirá como la espuma; si no, puede que todavía continúe en pendiente descendente si, como todo parece indicar gana Díaz. Sin embargo, un escenario con Errejón en un nuevo partido lo revolvería todo. Insisto. Errejón es un líder, una persona capaz y un estratega inteligente, solo le falta una pizca de valentía, pero si se lanza, hará un roto serio a todos, incluso al PP.

El único que no ganó con la victoria de Iglesias fue Rivera. Ciudadanos está llamado a ir diluyéndose en el PP, sobre todo si el PP continúa en una línea más moderada y con los casos de corrupción ya casi en el olvido. Rivera no jugó bien sus bazas y lo va a pagar con creces. Ganó su congreso renegando de la socialdemocracia, y eso en un país en el que el votante medio es de centro izquierda tiene un coste. Ciudadanos va a ser el único que no saque nada de la radicalización de Podemos.

Así que, ahora empieza un partido nuevo. En un par de años el examen de las municipales, o antes unas generales si Mariano ve el viento favorable, que todo puede suceder.

07 febrero, 2017

Pensiones cada vez menores

De un modo u otro las pensiones en España están y van a estar garantizadas. Eso sí, a corto medio plazo, habrá que inventar algún sistema novedoso para pagarlas, porque el tradicional, vamos el de siempre, que consiste en que las cotizaciones de quienes trabajan sirven para que puedan cobrar los pensionados, ese no va a servir. ¿Por qué? Simple: la reforma laboral no hizo aumentar la población activa, o mejor dicho, no hizo que aumentaran significativamente ni el volumen de trabajo ni las horas trabajadas; además rindió una reducción de los salarios, y consecuentemente, todo junto, trajo una reducción de la recaudación de la Seguridad Social justo en el momento en que empiezan a incorporarse como pensionistas los nacidos a mediados de los 50, una época en que la tasa de natalidad en España duplicaba cómodamente la actual.

La solución aportada por el gobierno del PP es la típica de un gobierno ultraliberal. Según su ideología el sistema de pensiones públicas no sirve para nada y no debería pasar de un simple acto de caridad por parte del estado a quién no tuvo la precaución de procurarse un plan privado, y esto mismo reza para la sanidad y para la educación. Pero, decir esto a las claras es contraproducente para los intereses electorales del partido. Por lo tanto el mensaje es de garantía del sistema. No puede ser de otra manera.


Pero la derecha, y me temo que también el PSOE, es consciente de que el asunto del gasto en pensiones se soluciona con cierta facilidad. Es cuestión de tiempo. La gente que tiene ahora entre treinta y cincuenta, que serán pensionistas cuando les toque, merced a la reforma laboral y a la temporalidad, tendrán unas cotizaciones ridículas comparadas con la gente que se acaba de jubilar o que lo hará en los próximos diez años. Es verdad que entre estos va a haber quien sufra por haberse quedado sin trabajo después de los cincuenta y depender del subsidio de paro y luego de los famosos 426 €. En este último caso el INEM cotiza por el mínimo vigente, con lo que, de no hacer aportaciones particulares vía convenio especial, por ejemplo, las futuras pensiones de esta gente se verán fuertemente mermadas.

Esto quiere decir que las futuras pensiones van a generar un gasto al estado mucho menor del previsto inicialmente antes del desbarajuste de la crisis y, para rematar, la cuantía de las mismas quedó ya desvinculada del IPC, con lo cual empezarán a perder poder adquisitivo de manera galopante. Con lo cual, con el tiempo el sistema volverá a equilibrarse y los cotizantes, a poco que aporten serán capaces de mantener a los pensionistas. Y se terminó el problema.

La jugada del PP es «magistral» y digna de auténticos miserables, algo muy habitual entre la gente «neoliberal» (ellos suelen tener jugosos planes privados). Por un lado bajo el paro sin aumentar el volumen de trabajo mediante un reparto del poco que hay y, a futuro, termino con el problema del desequilibrio de las pensiones y con el déficit de la Seguridad Social. Y todo pagado, lo uno por los trabajadores, que ganan menos, y lo otro por los pensionistas, que cobran menos. Y a todo esto, el PSOE sin enterarse y Podemos parecido, porque ambos son responsables de que el PP siga al mando. Eso sí, ambos van a discutir muchísimo en sus congresos mientras Rajoy resuelve el suyo en un pis pas y seguirá arreglando la economía a costa de quienes menos tienen. ¿No es fantástico?