14 noviembre, 2012

La huelga como síntoma

Siempre que se convoca una huelga general es que algo está pasando en un país. Siempre que se convoca una huelga general las plumas de opinión se afilan: qué si está justificada, o no; qué si perjudica al país,  o no... Incluso algún iluminado opina sobre la pertinencia de tal derecho ciudadano. Sin embargo nadie, o casi nadie hace un análisis de la situación con un enfoque clínico: la convocatoria de una huelga general es un síntoma de que una sociedad atraviesa por problemas serios.

En España se han convocado varias huelgas generales, algunas difícilmente justificables. Sin embargo esta vez no es así. Los sindicatos, a pesar de estar devaluados, como los partidos políticos, están tomando en cuenta el sufrimiento de las clases medias bajas en esta crisis y canalizan este malestar de la única forma que les es posible, haciendo presión mediante la convocatoria de una huelga general

El común de los ciudadanos tacha a los sindicatos de nido de liberados que no pegan un palo al agua, a veces con cierta razón. Los sindicatos no son ya la fuerza preeminente que algún día fueron, sus actuaciones y sus abusos han quemado su credibilidad. Su presencia en los consejos de las Cajas, por ejemplo, les ha puesto en situación incómoda y ha reducido su credibilidad social. Los sindicatos, aunque no lo admitan, están medio podridos. Sin embargo, en esta ocasión, hacen lo que se espera de ellos: oponerse a la explotación.

El problema es que la huelga va contra un sistema difícilmente manejable por el Gobierno de España. La pérdida de derechos y del estado de bienestar en los países del sur de Europa se debe sobre todo a que el BCE no se comporta como tal banco central comprando deuda de los países del euro a bajo interés, sino que deja que estos se financien a través de préstamos en "los mercados" a un interés alrededor del 6%. El BCE presta dinero a las corporaciones financieras (bancos) a menos del 1% y estas lo invierten en deuda de los países con dificultades. El diferencial del 5% es el chollo del siglo.
Si el BCE prestase el dinero a los estados al 1%, la deuda pública española dejaría de ser un problema inmediatamente. Luego, aquí lo que hay es una explotación del sur por parte del norte y una recapitalización bancaria a costa de los ciudadanos de los países que fueron más incautos en estos últimos años.

Claro, desde el poder político en España poco puede hacerse para obligar a algo al BCE. Pero sí que pueden hacerse cosas "domésticas". Por eso está bien la huelga porque mediante ella se mete presión para que los gobiernos central y autonómicos para que hagan lo correcto: dejarse de electoralismos y sacar el dinero de donde hay que sacarlo. Y es fácil... Si se revierten impuestos que se quitaron, especialmente a grandes empresas y tramos altos del IRPF; si se revierte el impuesto de sucesiones y el de patrimonio; si se introducen impuestos especiales a las grandes fortunas; si todo esto se hace no hará falta recortar pensiones ni en sanidad, ni retrasar la jubilación, ni nada parecido. Las clases más humildes no pueden ser las únicas que soporten la presión.

La huelga general está, esta vez sí, plenamente justificada, aunque solo sea para obligar a la clase política a redistribuir equitativamente los sacrificios en tiempos de crisis.


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