15 septiembre, 2012

Claro que deben cobrar los políticos

En qué cabeza cabe que alguien no cobre por trabajar. La cortina de humo lanzada por la mente floja de Cospedal para desviar la atención de la sociedad de los problemas reales, que el gobierno intenta, con o sin éxito, resolver es nada más que eso: una maniobra de distracción. No hay ningún inconveniente para que los políticos cobren, es más, deben tener un muy buen salario, siempre acorde con su responsabilidad.

El mérito de Cospedal es el saber bien dónde se mueve. Las aguas turbias del populismo barato son su hábitat natural. Ella sabe muy bien (el PP también lo sabe porque juega a esto) que declaraciones de este tipo exacerban a la gente y la vuelven en contra de sus adversarios, los socialistas, que van ganando terreno por las meteduras de pata del gobierno. Lo que hace Cospedal es política basura. Lo que no sabe, es que este tipo de prácticas ilegítimas acaban pasando factura en las urnas. La demagogia siempre fue mala compañía en el oficio de político.

Los políticos deben cobrar. No hay más discusión. Son lo que podríamos llamar funcionarios electos para realizar una labor muy específica. Por eso no hay ni que plantearlo. Trabajan, luego cobran. Ahora bien, otra cuestión es si la estructura de representatividad social es demasiado pesada o no, que a mi me parece que sí lo es. Tengo muchas dudas respecto a si debe haber los diputados y senadores que hay (los senadores dudo siquiera que daban existir); estoy completamente seguro de que las autonomías están sobrecargadas de parlamentarios y los ayuntamientos de concejales.

La reducción drástica de políticos submarino, o sea aquellos que sin haber salido elegidos se les coloca en puestos de responsabilidad, debe ser inmediata. Los partidos no tienen ningún derecho a tener comisarios en las administraciones, hay funcionarios a patadas. Podríamos decir que con un escalón político por debajo de ministro es más que suficiente, y en las comunidades lo mismo.

En los ayuntamientos sobran montones de concejales liberados y de "altos cargos" contratados para ejecutar tareas funcionariales con el único fin de "tener el control". El control de qué, me pregunto. Y en las comunidades sobra también este tipo de cargos y los inventados para la gestión de fundaciones y empresas propiedad del gobierno. En virtud de qué principio hay que tener el control político de la función administrativa o de las empresas públicas. La administración y las empresas no saben de política, solo de acción.

Estos son los problemas reales que ni Cospedal, ni nadie en todo el espectro político, quiere afrontar. Los aparatos de los partidos en un estado que no es democrático, sino partitocrático, son tan enormes que están obligados a colocar a miles de favorecidos en actividades inventadas que no aportan nada a la sociedad. Este es el asunto, no el que señala esta buena mujer tocada por la suerte y que sin ser ninguna lumbrera dispone de tres salarios y es rica y poderosa. Lástima para ella que no pueda engañar más que a los que son tan simples como ella y no ven la muleta.

Es urgente, y además importante, para este país arreglar con el máximo consenso esto. Merced al sistema electoral que lleva a la partitocracia nos estamos gastando enormes cantidades de dinero en algo que solo sirve para hacer las cosas cada día peor. Si todo el mundo sabe que "el sistema" tiene la culpa, habrá que cambiar el sistema... Digo yo... Igual hasta evitamos el rescate.

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