22 julio, 2012

Mariano, de verdad, hazme caso

Como pudiste ver, nada de lo que hiciste tuvo efecto sobre los prestamistas. Te lo dije. No tienes garantías suficientes y con decir que vas a gastar menos no basta. No quieres hacer lo que tienes que hacer, que es obligar a que aquí pague todo hijo de vecino y adelgazar el sistema administrativo y el gasto en subvenciones a agentes sociales. No te queda otra que aumentar los ingresos mientras intentas por todos los medios crear actividad productiva.

Si no quieres la intervención, que no sé si sería lo mejor, no te queda otro remedio que imponer a los que más ganan una subida drástica de impuestos. Y cuando digo drástica digo de hasta un 25%. Es nada más que hacer una tabla nueva. Encárgasela a Montoro; con lo listo que es te la prepara en un minuto. En el IRPF de 2012 el que gane 30.000 € paga un 30%, es decir, se le quedan entre las manos 21.000 €; pero el que gana 250.000 € se le quedan 120.000 €... No me fastidies. Puedes equilibrar esto mucho más haciendo más tramos que lleguen incluso a un 75 % para los que ganan un millón, o más. Con lo que les resta pueden ir tirando y el país necesita pasta.

Recupera impuestos antiguos. Con el impuesto del patrimonio tienes que sacudir fuerte, porque los ricos tacaños tienen tierras y propiedades por las que pagan poco o nada. El impuesto de sucesiones, lo mismo. Todas estas cosas las fuisteis quitando para coger votos. Sois tontos, de verdad (los políticos). Con esto puedes ir pagando los pufos que te dejó Zapatero, que hoy enumeraba ABC para darte oxígeno. Y también puedes pagar otros pufos que generasteis vosotros con la política de gasto en las comunidades para fastidiar al PSOE... Me refiero a Valencia, Madrid, etc...

Lo único que no le sobra a la administración son funcionarios, porque son personas con un contrato de trabajo con el estado. ¿Qué hay muchos? Puede que sí, pero no es culpa de ellos... Y además no hay tantos y pueden hacer un gran trabajo. Lo que sobra es el 90% del aparato político en las administraciones, los infiltrados. Quítalos, tienes funcionarios de carrera muy bien formados. Reduce el número de concejales; prohibe los liberados sin sentido; pon el sueldo por ley, y el que no esté a gusto que se vaya. Concentra ayuntamientos, elimina las Diputaciones, y si puedes, que no creo, las autonomías tal y como están concebidas... Estas sí que son un pufo. Fíjate en Cataluña y País Vasco, obtuvieron todo lo que quisieron mediante chantaje cuando el Gobierno Central estaba en minoría. A los vascos se les dio más en proporción y aguantan, pero los catalanes gastaron lo que no está escrito y van a quebrar.

Quita parásitos. Los aparatos de los partidos, patronales y sindicatos tienen que ser subvencionados lo mínimo... No dejan de ser clubs privados. Si quieren lujo, qué se lo paguen. Se van a ir unos cuantos al paro, pero encontrarán alguna cosa, y si no tendrán que buscarse la vida como los demás. En fin, Mariano, tienes la solución... Ah, y la Iglesia que no se libre. Lleva demasiado tiempo viviendo del cuento. Leña al mono, Mariano. Si no, nos vamos al carajo.




1 comentario:

Anónimo dijo...

El problema del funcionariado estriba en que cada partido político cuando le tocó gobernar en Ayuntamientos, Diputaciones, Autonomías o el Estado puso a dedo a sus correligionarios otorgándoles un puesto de funcionario, en muchos casos muy bien remunerado y sin cometido real alguno. Los de carrera cobran menos (aunque tengan el mismo sueldo no obtienen más dinero con las prebendas de las dietas por reuniones políticas de escasa utilidad) y si tienen que trabajar duro para hacer que ese monstruo lento y burocratizado que es la Administración solvente algunos de los muchos cometidos que tiene. La pena de las autonomías fue que muchos de los políticos que las regentaron quisieron sentirse presidentes de miniestados. Así se llegó a enfrentamientos ridículos entre unas y otras. No se si un estado federal resolvería o no el problema de descoordinación con el Gobierno Central, pero quizás debería de intentarse. La descentralización autonómica sirvió para resolver problemas que desde Madrid era difícil de realizar. Para mí el problema no es que el Estado deber ser el de las Autonomías, un Estado Federal o un Estado totalmente centralizado, sino que los españoles no sabemos trabajar arrimando el hombro y en equipo. Nos gusta en demasía la individualidad y la vanidad propia. Eso es nuestra ruina como nación. Espero que se logre resolver para, entre todos, sacar este pais adelante. Alberto Sierra.