02 junio, 2012

¿Dónde está el Presidente?

No tengo elementos de juicio para opinar sobre la competencia de Rajoy. Así que voy a suponer que es un gobernante competente. Pero tengo un argumento aplastante para afirmar sin error que Mariano Rajoy es un cobarde. En lo más profundo de una crisis que nos puede mandar a todos a hacer puñetas, el Presidente está desaparecido. Por eso, y para que no haya dudas, voy a repetirlo alto y claro: cobarde, flojo, gallina, cagón...

El envalentonado Rajoy previo a las elecciones, que no le dio pelota al Gobierno anterior para ayudar a reconducir la situación; el bravucón Rajoy que aseguraba que cuando él gobernara la prima de riesgo iba a bajar porque los inversores no desconfiaban de España, sino de Zapatero; el fanfarrón Rajoy que criticó hasta la saciedad las reformas que estaban llevando a cabo los socialistas por innecesarias e inadecuadas, según su docta opinión. Este personaje lidera, por decir algo, España. Qué cosa más triste, ¿no?

En los últimos años estuvieron al frente del país tres personajes terroríficos: Aznar, que puso la primera piedra de este desastre creando cinco millones de empleos sustentados sobre una actividad con una base falsa: la construcción... "España va bien", decía con prepotencia; Zapatero, en los mundos de Yupi, creando más actividad falsa y prestaciones sociales que no podíamos pagar, haciendo caso solamente a la lengua bífida de José Blanco, del que la historia dirá lo que realmente fue; y Mariano Rajoy, que como buen estratega, permanece en retaguardia mientras la soldadesca se deja los miembros y la sangre en el campo de batalla.

¿Dónde está el presidente? Salga de una vez del agujero y póngase al frente del país. Anime, pida, apoye, defienda, encabece, grite, aporree, quédese ronco de hablar, pero haga algo, que España no le necesita debajo de una mesa, sino de pie encima de ella liderando. Salga de donde está escondido y trabaje por nosotros, cobarde.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es que el Sr. Rajoy sea un cobarde, sino que también es mentiroso y demoledor de las formas democráticas más elementales. Si se llega a presidente con un programa electoral para luego abjurar de él y decir sin sonrojo que hará lo que crea necesario aunque se desdiga de lo prometido en la campaña previa a los comicios, es para tildarlo de: mentiroso, traidor, etc. Si la cosa está tan mal como parece, que lo diga claramente y pida un Gobierno de Concentración Nacional. Sino, que dimita y deje entrar un Gobierno de Tecnócratas ajenos a la voluntad del pueblo, porque es lo mismo que lo que está haciendo el Sr Rajoy ahora mismo gobernando cómo cree más necesario aunque ello suponga contradecirse de lo prometido previamente a las elecciones generales.¿Qué más me da a mi como votante que Gobierne un Presidente felón electo por el pueblo o que lo haga un Presidente ajeno al voto popular? Sigamos el ejemplo de Italia y seremos más sinceros. La democracia al abismo tanto en uno como en otro caso. A.SI

Enrique dijo...

Son los problemas de la simplista estrategia basada en el "lider" (al igual que en los sistemas feudales)

Si mi estrategia consiste en deslegitimar permanentemente al lider opuesto estando en la oposicion utilizando su apellido en lugar de su organizacion, mi estrategia debera ser, coherentemente, proteger a mi lider estando en el gobierno ocultandolo cuando los problemas arrecian

Y los problemas? bueno, ya se arreglaran ya, ... o se arreglaran solos o no se, pero eso no es lo importante... como somos! que no entendemos nada!!

En fin... lo dicho, feudal.