09 mayo, 2004

El 11M y el 11S

Algunas personas en USA, tienen la idea de que el mundo es una franja de terreno que abarca del Atlántico al Pacífico y que limita al este con New York y al oeste con San Francisco. Está claro por tanto, que algunas personas en USA son imbéciles.
Sin embargo, yo opino que el hombre es un ser inteligente y que, a poco que lo dejen observar la realidad, enseguida se da cuenta de la naturaleza de las cosas. Por lo que, tarde o temprano, los imbéciles que no distinguen bien los límites del planeta se darán cuenta de que hay unos cuantos tipos, bastante siniestros, que se están ocupando de engañarles con el único fin de conseguir bienes para sí mismos: riquezas, poder, o, capacidad para menejar rebaños de personas, países enteros que sigan las páutas marcadas por ellos, para, de esta manera, conseguir más poder y más riqueza, en un círculo infernal en el que los pobres imbéciles, además, pagan los costes de todo el sistema.
En USA los grupos en el poder lo hicieron bien en el 11S. Jugaron a caballo ganador: mediante un artificio cambiaron la pregunta natural de alguien a quien atacan, es decir, "por qué", por la que les convenía para poner en marcha su proyecto, que era "quién". Una vez en este punto era fácil conducir el rumbo de las cosas hacia la dirección más conveniente a sus intereses.
Después de atentado como el del 11 S, preguntarse "quién" invita a una respuesta contra el atacante. Por el contrario preguntarse "por qué" invita al análisis de las causas. Y, está claro, que esto era lo que el poder establecido no quería de ninguna manera. Un análisis llevaría con toda seguridad al pueblo a preguntarse si lo que sus políticos hacían en el inframundo que no forma parte de su reducto entre el Atlántico y el Pacífico, era equivocado y el derrumbamiento de las Torres tenía que ver con ello.
En España fue justo al revés. España es una democracia joven, pero el pueblo se preguntó "por qué" y analizó las causas y la respuesta que salio fue que el 11M no era más que una consecuencia macabra de una política exterior equivocada. Y al domingo siguiente las urnas hablaron. Los intentos del poder establecido para centrar a los ciudadanos en el "quien" no dieron resultado. Los actores secundarios, pero de peso, entraron en juego: los medios de comunicación entablaron una lucha para intentar influenciar en los electores que al día siguiente iban a las urnas. Ganó el "por qué".
Si en USA hubiese ganado el "por qué", es seguro que el mundo fuera hoy un poco mejor, pero no fue así. Por lo tanto, es lo mismo lo que diga el WSJ sobre el Sr. Zapatero. Tendrá influencia tan solo en el mundo de límites fijos de su país y en la degradada mente de los americanos que asienten a esa concepción. Así que, da igual. en España han perdido los que han jugado sucio y en los USA, seguro, también perderán en noviembre.

Un abrazo, Alberto